sábado, 5 de junio de 2010

Apuntes del viajero y otras tribulaciones

Antes de empezar, es preciso recordar, que esto es sólo una escusa, un berretín antiguo, el de llenar hojas en blanco, el de alimentar espacios destinados a ser más que un pedazo de papel, de mapas para ciegos; el navegar sin referencias, ni cartas, ni estrellas, ni sextante. Un desafió permanente, una atemorizante sensación de nada que necesita, grita sordamente, ser algo, desde un poema, hasta un manual de biología, desde un apunte, hasta un extinto boleto capicúa, desde un testamento, hasta las doradas letras de una invitación, ¿quien sabe? La irresistible tentación de crear un universo, de ser la sentencia del alma y la imaginación, el músculo y el corazón; el espejo de la razón y el arrebato del momento, la cadencia cardíaca de la hemorragia de las palabras, o simplemente, ser, através del papel, ese argumento esquivo, el intento, humano, e instintivo, de intentar prevalecer al olvido cotidiano, al impulso autómata, al desaire del silencio, a la ausencia de ideas, al cuestionamiento de uno mismo, a su confesión.

Es en esta esencia de tintas y letras, de papeles, cuadernos, esquelas y silencios donde nace el arrebato, el boxeo de la mente y la idea pura, sin censura ni atajo, el trabajo de ordenar en oraciones lo incomprensible, lo inflexible, lo absurdo, lo aburridamente cotidiano, la exuberancia de la alegría, la inteligencia ruin de la mentira, el martillar continuo de la tristeza, del recuerdo vivo, de la ausencia de postdatas, de la eterna despedida. La pregunta impía que se repite sin signos de pregunta, que sola se aviva y perdura; cuándo, por qué, para qué, a dónde,……….las que te acosan cuando estas vivo, las de siempre, sólo si estas vivo.

1 alambre suelto que ya se desalambro:

Piedras 610 dijo...

Muy bueno, Oso y feliz dia del periodista para todos y todas!